36 Kilos

Bitácora 2

Día 1 Fecha: 31 de mayo del 2015 
Título: 36 kilos
Autor: M.B. Brozon 
Páginas leídas: 66 – 114

Esta parte de la historia cuenta por el mal momento que está pasando la amistad de Regina y Fernanda, debido a la situación de la primera joven. Regina se encuentra “deprimida”, puesto que inventa muchas excusas para no encontrarse con su amiga o cuando está con ella, demuestra estar sin ánimo o reacciona de mala manera frente a situaciones. Esto se demuestra en: “A pesar de que dejé mi trabajo según yo para poder estar cerca de Regina, ella medio dejó de hablarme durante un par de semanas. Con el pretexto del tal examen de admisión (…), en los descansos de la escuela, me decía que estaba muy ocupada y se quedaba en el salón.” (Brozon, 2008, p.102)

Mónica B. sigue con su estilo particular de escritura en estos capítulos y se ha ido acercando poco a poco a un tema de mucha importancia en la obra: la anorexia. Aunque, a mi parecer, ha tardado en tratarlo. A pesar que ya se había dado “pistas” sobre ella, la narradora del libro, Fernanda, no le tomó importancia. En esta parte, sí que lo hace y se empieza a dar cuenta de lo que está pasando con su mejor amiga. Claramente, está evidenciado en: “-Te veías súper bien al principio (…) Pero ya se te pasó la mano cañón y me preocupa que te vayas a enfermar.- No quise echarle todo el rollo (…), porque en la escuela nos habían hablado alguna vez de la anorexia y la bulimia.” (Brozon, 2008, p.112)

La obra, en mi opinión, ha adquirido más ritmo, porque han pasado más acontecimientos relevantes y ya se sabe el problema al que las protagonistas se deben afrontar. En cuanto a ellas, al principio me pareció que Regina se estaba comportando de una manera muy engreída y Fernanda estaba a su disposición. Sin embargo, luego de darme cuenta por lo que estaba pasando, comprendí y me hizo reflexionar acerca de lo peligrosa que puede ser la anorexia. Por ejemplo, esta te hace creer que nunca estás lo suficientemente delgada, y las chicas que padecen este trastorno sufren, pues están tristes la mayor parte del tiempo y hacen cualquier cosa con tal de cumplir sus exageradas dietas. Esas características se muestran en la protagonista, como se constata en: “(…) y antes de que se me quebrara la voz alcancé a decirle que (…) yo sí necesitaba la dieta. –Hazla entonces. Pero entiende que lo mío no es la dieta. Yo ya vivo distinto.” (Brozon, 2008, p.83)

El libro puede ser de mucha ayuda para personas que han sufrido o están sufriendo esta enfermedad, o para los que han visto a alguien cercano pasándola. Creo que es muy importante estar informados sobre el tema, porque de no ser así uno puede pensar que un familiar o amigo no padece anorexia. Eso es lo que al principio le estaba ocurriendo a Fernanda, quien no estaba segura del trastorno de su amiga, y no ha querido a confrontarla hasta el momento, cosa que está empeorando la situación. Lo anterior está probado en: “Regina se pidió fruta (…) sin nada. Por supuesto que Claudia me estuvo haciendo caras para que me fijara, y cuando Regina se paró al baño, me dijo al oído: -Te apuesto lo que quieras a que fue a vomitar.- Mi hermana me cae mal de pronto con sus aires de autosuficiencia.” (Brozon, 2008, p.105-106) Pienso, además, que Regina está viviendo en un entorno no muy cariñoso y esto aporta, lamentablemente, a su enfermedad, puesto que sus papás no notan el peso de su hija y no comparten momentos con ella. Cuando Fernanda deja de lado la negación y toma conciencia, dice lo siguiente: “Llegó un momento en el que fui yo la que se derrumbó al lado de su cama, pensando que no podía con ese paquete; odié a sus papás, que celebraban un coctel privado en su cuarto mientras su hija pesa cuarenta y dos kilos.” (Brozon, 2008, p.114)

De la forma que lo veo, me da mucho gusto como está tratando el tema la autora, pues es la realidad de un grupo de gente. Además, el mensaje que me está transmitiendo es el apoyo que se da en la amista, porque en todo momento vemos la preocupación de Fernanda por Regina, a pesar que es un momento muy difícil. Así, la autora ha llevado un tema delicado por un buen camino, logrando hacer concientizar, especialmente a los adolescentes.